Los dientes de leche despiertan ilusión y preguntas a partes iguales. ¿Notas la encía más inflamada y no sabes si es normal? ¿Te preguntas qué piezas aparecen primero o cómo cuidarlas desde el primer día? ¿Dudas sobre cuándo se caen y qué señales vigilar?
¡No te agobies!
Desde la Clínica Julián y Valderas, como expertos en odontopediatría, te contamos con claridad, todo lo que necesitas saber para cuidar la salud bucal de los más pequeños.
¿Qué son los dientes de leche?
La dentición de leche es el primer conjunto de 20 piezas que usa tu hijo para masticar, aprender a hablar y preparar la boca para las definitivas. Son más pequeñas y con una capa externa más fina que las permanentes, así que conviene tratarlas con mimo.
Una rutina sencilla funciona muy bien: cepillado dos veces al día con pasta fluorada adaptada a la edad, ayuda del adulto en el cepillo y controles periódicos para ir un paso por delante de los problemas. Con esos hábitos, esta etapa va rodada.
¿Cuáles son los dientes de leche?
Hablamos de incisivos en la parte delantera (centrales y laterales), caninos a continuación y dos grupos posteriores a cada lado en ambas arcadas. En total son veinte.
En casa muchas familias usan la expresión muelas de leche para referirse a las piezas de atrás, y está bien si así te entiendes con tu peque. Un truco práctico: usa un espejo pequeño y una luz frontal suave para revisar zonas con surcos más profundos, que suelen acumular más placa. Si detectas una mancha blanca junto a la encía o un puntito marrón, pide valoración.
Función de los dientes de leche en niños
La expresión dientes de leche puede sonar “provisional”, pero su papel pesa mucho en el día a día. Con estas piezas tu hijo mastica sin molestias, se suelta al hablar y sonríe con seguridad. También guardan el espacio que necesitarán las permanentes.
Cuando una pieza se pierde antes de tiempo, las vecinas se mueven y cierran huecos; después, la salida ordenada se complica. Cuidar esta etapa facilita una alimentación variada, una pronunciación clara y una boca estable en el futuro.
¿Cuándo salen los dientes de leche?
La salida de los dientes de leche suele empezar alrededor de los seis meses con los incisivos inferiores. Después aparecen los de arriba, luego los laterales, más tarde las piezas posteriores de delante, después caninos y al final las posteriores de atrás.
La mayoría completa el conjunto entre los dos y los tres años. Hay niños que muestran el primer diente cerca de los cuatro meses y otros alrededor del primer cumpleaños; ambos casos entran dentro de lo esperado.
Señales habituales: encía tensa, babeo, ganas de morder y noches algo inquietas. Alivia con un dedal de silicona, mordedores fríos y masajes cortos, siempre con higiene.
Y, ¿cuándo empiezan a caerse estos?
La etapa de recambio suele arrancar alrededor de los seis años y avanza hasta los once o doce. ¿Cuándo empiezan a caerse los dientes? Casi siempre empieza con los incisivos, más tarde aflojan caninos y posteriores.
Si notas que una pieza se mueve mucho y la sucesora no asoma, o si pasa demasiado tiempo sin cambios, viene bien una revisión para medir espacio y posición. Revisar a tiempo evita apiñamientos y tratamientos más largos.
Importancia de mantener sanos los dientes de leche
Los dientes de leche suelen subestimarse, pero son más importantes de lo que pueda parecer. Lo que ocurra ahora influye en la mordida, en la forma de hablar y en la salida de las permanentes.
Una caries sin tratar duele, irrita la encía y puede provocar infecciones. La pérdida temprana altera el espacio y genera desorden en la erupción posterior. La buena noticia: dos cepillados diarios con pasta fluorada, menos azúcares entre horas y visitas regulares protegen esta etapa. También ayuda ofrecer agua como bebida principal y dejar el biberón como muy tarde a los 18 o 24 meses.
Consecuencias de una posible cavidad en los dientes de leche
Si te preguntas qué dientes son de leche, piensa en todo el conjunto temporal: cada pieza cuenta. Una cavidad que se deja pasar trae efectos que conviene cortar cuanto antes:
- Dolor al masticar: el pequeño evita un lado de la boca y reduce variedad en su dieta, con rechazo a alimentos fríos o calientes.
- Inflamación y abscesos: la lesión avanza hacia el centro del diente y causa hinchazón, fiebre y malestar general.
- Pérdida prematura de espacio: la extracción sin mantenedor facilita que las piezas vecinas se desplacen y cierren huecos.
- Cambios en el habla y en la respiración: el dolor favorece respiración oral y complica la pronunciación de ciertos sonidos.
- Impacto en la pieza sucesora: una infección cerca del germen permanente puede alterar color, forma o posición.
- Más citas y tratamientos más largos: una lesión pequeña se resuelve con procedimientos sencillos; el retraso complica el plan y alarga el calendario.
Ante la primera señal (mancha blanca, punto marrón, mal aliento persistente o queja al morder) pide cita. Actuar pronto ahorra dolor y evita líos mayores.
Cuida los dientes de leche de los más peques en Julián y Valderas
En Julián y Valderas te ofrecemos una visita pensada para familias: revisión completa, pautas claras de higiene, recomendaciones de pasta con flúor por edades y calendario de controles según el riesgo de caries.
Diseñamos un plan sencillo para casa y resolvemos dudas sobre chupete, biberón, mordedores o golpes en el parque. Tu hijo sale con una guía fácil y tú con tranquilidad. Protege sus dientes de leche con un equipo cercano y pide cita con tu dentista en Teruel.

